En Éxodo 20 el primer mandamiento es que recordemos el nombre de Él. En Éxodo 3:15, que su nombre fuera recordado. En Levítico 19:12, no jurar falsamente por su nombre. En el Salmo 44 verso 20 y 21, no olvidarse de su nombre. En el Salmo 20 verso 7, tener memoria de su nombre. En Jeremías 23 verso 27, se olvidaron de su nombre. Está profetizado que en la madrugada del tercer día, el devolvería pureza de labios para que invoquemos su verdadero nombre, ver Sofonías 3 verso 9. El Eterno quita los nombres falsos con los que se le ha invocado ver Oseas Cap. 2 verso 16 y 17. El nombre del padre Eterno: Se escribe: YHWH y se pronuncia Yagüe. El nombre del mesías: Yahshua Por eso decimos HALLELU-YAH (exaltado sea YHWH). Si el énfasis para pronunciarlo se da en Yah (Yahshua), significa que YHWH es nuestra shua (salvación). El nombre de quien hemos conocido como Espíritu Santo es Ruaj HaKodesh. Por la rebeldía del pueblo de Israel les quitó su nombre el padre Eterno de sus labios (Jeremías 44:26). Está profetizado que otra vez sabríamos su nombre (Isaías 52 verso 6). Citas varias sobre su santo nombre: Salmo 33:21 Salmo 34:3 Salmo 91:14 y 15 Salmo 92:1 Salmo 103:1 La gran comisión de alcanzar a los perdidos es en su nombre Marcos 16 verso 15 al 20. Pedir al Padre Eterno en el nombre de Yahshua (Juan 16 verso 23). El Padre Eterno puso su nombre en Jerusalén por eso se pronuncia Yahrushalayim, ver 1 Reyes 11:36. Si usted amable visitante cree y obedece al Mesías de Israel y ora en su santo y bendito nombre, verá usted la gran diferencia. Los nombres propios no pueden ser traducidos por lo tanto el nombre Jehová o Jesús no son correctos. POR: ROEH DR. JAVIER PALACIOS CELORIO.
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